lunes, 1 de abril de 2019

Cincuenta años de la desaparición de Matilde Ras

Grafoanalista y escritora tarraconense, catalogada como precursora de la grafología científica en nuestro país. Su primer libro “Grafología. Estudio del carácter por la escritura” (1917), prologado por el maestro Crépieux-Jamin, está calificado como la primera obra seria de un grafólogo español.

Matilde Ras era hija de padres intelectuales, llegó a ser una mujer polifacética en el mundo de la escritura, sobre todo ante el estereotipo arraigado de la fémina de aquella época. Escribió novelas, obras de teatro, guiones, artículos y trabajó en diversas traducciones (especialmente poemas de Baudelaire, Valéry o Verlaine). Fue considerada, asimismo, como una persona versada en los clásicos y especialista en los análisis de la obra de Cervantes, Don Quijote.



Además de una excelente lectora, fue escritora de historietas y cuentos cortos, que se publicaron en revistas infantiles, mostrando una buena capacidad para la ilustración, por lo que, ya desde joven ejerció como profesora de dibujo.



Su vida y las experiencias acaecidas por los constantes viajes familiares y la muerte de su padre y, más tarde, de su tutor, hicieron de ella una mujer decidida y luchadora. Llegó a definirse como feminista conservadora y formó un binomio inseparable con la conocida Elena Fortún.

Su interés por la grafología surgió de la lectura de la obra “Método práctico de Grafología” del Abate Michon y, posterior-mente, de “La escritura y el carácter” de Crépieux-Jamin. Esta sólida base conceptual le permitió al principio profundizar en la materia de forma autodidáctica, aunque más tarde estudió en Paris en la Société Technique des Experts en Écritures, con Rouges de Foursac, Streletski y Solange Pellat.

Sus estudios de campo plasmados en sus acreditadas obras le ofrecieron una gran profesionalidad, llegando a implantar en la sociedad española de principios del siglo XX, poco versada aún en esta ciencia, un nivel de reconocimiento más científico. Años más tarde, fue precisamente Matilde Ras quien asentó oficialmente las bases de nuestra ciencia a través del primer curso de grafología en la Universidad de Madrid. 

La tarea de Matilde Ras fue prolongada por dos notables grafólogas y un maestro: su sobrina, Silvia Ras Peiró, su colega y coautora Angelina Ladrón de Guevara, y el profesor Mauricio Xandró, profesores de grafología en la Escuela de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de Madrid.


 
Muestra gráfica: Matilde Ras


Entre sus mejores citas, figura la que revela:



Sus obras científicas son las siguientes:
  
Grafología. Estudio del carácter por la escritura, Ed. Estudio, 1917.
Grafología, Ed. Labor, 1933.
Grafología: las grandes revelaciones de la escritura, Ed. Labor, 1942.
La inteligencia y la cultura en el grafismo, Ed. Labor, 1945.
El retrato grafológico, Ed. Plus Ultra, 1947.
Historia de la escritura y grafología, Ed. Plus Ultra, 1951. 
Los artistas escriben, Ed. Alambra, 1953.
Lo que sabemos de Grafopatología, Ed. Gregorio del Toro, 1968.

Asimismo, publicó artículos y estableció consultorios grafo-lógicos en revistas, como: Blanco y negro, Buen Humor, Mundo Hispánico, Nuevo mundo, La voz, etc.

En esta ocasión ofrecemos una lectura excepcional. Se trata del prólogo inédito para su libro 'Aprende Grafología con Matilde Ras', que nunca llegó a ser publicado.  




sábado, 23 de marzo de 2019

Centenario del nacimiento de Amado J. Ballandras 1919-2019


         Amado BALLANDRAS nació en Buenos Aires, el 17 de marzo de 1919. Creció en un ambiente instruido, se licenció en Derecho en Uruguay y se doctoró en Psicología en Indiana (EEUU). Está acreditado como uno de los grafólogos trascendentales de los países latinoamericanos.


          Aquellos que le conocieron personalmente, le definen como una gran persona, detallista, culta, de inteligencia privilegiada, conocedor de lenguas y música, y un académico digno, magnánimo, capaz de transmitir sus conocimientos y generoso en las aportaciones de todo aquello que él consideraba esencial. 

      Durante su vida profesional como grafólogo, impartió múltiples conferencias, simposios y jornadas. Siendo un gran conocedor y entusiasta de esta disciplina, hizo interesantes aportaciones, como las basadas en el ámbito de la grafopato-logía, especialmente, en el estudio del cáncer, donde estipulaba el impacto emocional como uno de los factores desencade-nantes de esta enfermedad. Obtuvo la condición de Jefe de Equipo en la sala de oncología del hospital “Bernardino Rivada-via”, uno de los centros hospitalarios públicos más importantes de Buenos Aires, e igualmente participó como coadjutor en el área de rehabilitación del hospital especializado “María Ferrer”.
 

        Su vocación y su perseverancia le llevaron a fundar el Instituto Superior de Humanidades, la edición de la Revista de Grafología (1961) y, tiempo después, a asumir el cargo de Director en el Instituto de Antropología Médica.

        Para Ballandras, la década de los 70 no pudo empezar mejor. En el periódico ABC de Madrid, 28 de junio de 1970, apareció el artículo “Ciencia Nueva”, dónde uno de los mejores escritores de literatura hispanoamericana del siglo XX, premio Nobel de Literatura 1967, Miguel Ángel Asturias, elaboró un encomio a su persona y a la grafología argentina.

            En 1971, convocó y organizó el I Congreso Internacional de Grafología en Buenos Aires. El encuentro tuvo gran éxito, pues a este concurrieron personalidades destacadas en la materia, tanto de su país como del extranjero. Y con el apoyo de la Dirección General de la Ciudad de Buenos Aires se celebraron el II y III congreso en los años posteriores.




           Un año después, el Dr. Ballandras viajó a España invitado, junto a otros profesionales, por el Dr. Bonifacio Piga, Vice-decano de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid, a fin de elaborar un curso de Grafología Científica, donde expuso sus conclusiones sobre grafopatología y sus métodos de aplicación en reeducación de la escritura. El Intercambio Hispano-Argentino generó una convocatoria social importante, reuniéndose a modo de recibimiento grafólogos de la talla de Augusto Vels, Mauricio Xandró, Silvia Ras y Angelina Ladrón de Guevara.

En 1981, con la creación del Colegio de Graduados en Grafología de la Argentina, institución encomendada a unificar a los aficionados del país, el Dr. Ballandras presidió el Tribunal de ética profesional, que es el ente encargado de controlar el trabajo de sus afiliados.



Muestra gráfica: Amado J. Ballandras (J. Cavalli)





Escribió numerosos e interesantes artículos, tanto de psicología como de grafología, en revistas especializadas, pero su mejor legado está constituido por los títulos: 

* Teoría de la personalidad integral, Editorial I.S.A.L., 1960.

* Grafopatología y Grafoterapia, Escuela Medicina Legal, Universidad Complutense de Madrid, 1972 (coautor con Dr. B. Piga, Prof. M. Xandró, S. Ras, etc).
           * Progresos de la moderna grafoterapia, Revista Escritura y Grafología, editada por la Soespgraf, Madrid, 1977. 












Entre sus adagios, optamos por el que dice: