Rosario PORTO - Las COSAS en su LUGAR
Notas respecto al circo
mediático que una vez más tiene como triste protagonista a la grafología, o
mejor dicho al mal uso y ABUSO de ella.
Pseudo grafólogos o aficionados solo
interesados en su propio protagonismo, que se adjudican la titularidad de unos
conocimientos y de un “saber” en una materia que solo conocen muy superficialmente,
la cual tratan de forzar y de condicionar, adaptándose a ese sensacionalismo barato
imperante en los medios de comunicación, los cuales tratan de establecer
juicios paralelos que dicho sea de paso no tienen ninguna relevancia jurídica
real, tan solo se los emplea y utiliza como “piezas clave” de ese circo, que pretende
con ello acaparar audiencia de la manera que sea y a costa de lo que sea,
algunos “grafólogos” una vez más se pliegan a alimentar ese espectáculo, buscando
su efímero momento de gloria, sin importarles siquiera subvertir incluso los
principios troncales de la propia grafología, lanzándose a interpretaciones
aventuradas que podemos englobar dentro de la conocida en el argot profesional
como “grafología de salón”, pretendiendo acreditar hipótesis interpretativas
desde una óptica absolutamente parcial de “rasgos sueltos”, algo que ya a
finales del siglo XIX quedo ampliamente desacreditado por inviable, tras los
trabajos e investigaciones principalmente de: Jules CREPIEUX JAMIN en Francia o
de Ludwig KLAGES en Alemania, el genio de estas dos personalidades consolidó y
postulo una verdadera grafología científica, o en la última mitad del siglo XX las
referencias indiscutibles en nuestro país de autores de referencia como Augusto
VELS o Mauricio XANDRÓ, que dejan atrás décadas de oscurantismo, superchería y
especulación de las épocas anteriores, algo a lo que desgraciadamente se siguen
abonando interesadamente algunos, por los motivos comentados.
La grafía
de Rosario PORTO es una estructura gráfica, la cual apreciada en un sentido
sistémico nos ofrece un grado bastante considerable
de NORMALIDAD, si bien dentro de esa normalidad se pueden matizar algunos
puntos o extremos, que señalaremos a continuación.
El conjunto
aparece bastante ordenado y organizado, si bien se nos muestra con un grado de espontaneidad limitado por
lo que se evidencia un autocontrol
excesivo, un fuerte sentido del orden, de la reflexión y de la
organización, así como un cuidado extremo y de precisión en la ejecución.
La grafía es de
un tamaño pequeño y rebajado, con un elevado vaivén en la inclinación, así como
cierta sinuosidad en la base de la línea, que denotaría una escasa estabilidad emocional o en todo caso la presencia de una
elevada sensibilidad a flor de piel, lo que conlleva también evidentes contratiempos para canalizar los impulsos
energéticos, por lo que no se pueden descartar ciertas reacciones de irritabilidad, cuando las barreras del
control inconsciente tienden a sobrepasarse en alguna medida, todo ello
enmarcado dentro de una actitud
conciliante y flexible, pero a la vez sumisa en cierta medida.
A lo largo de
las 47 líneas de las que consta el texto, podemos observar una media elevada de
pequeños retoques o puntuales titubeos, que nos evidencia un cierto grado de obsesividad, e incluso
de obcecación, que también puede derivar de forma puntual en cierta obstinación, dentro de una
postura donde las ideas fijas tienden a marcar determinadas creencias y valores
de los cuales no acostumbra a desligarse, al menos con facilidad.
Muestra un evidente amor propio, en el cual su
opinión personal tiende a prevalecer sobre la ajena, lo que resulta compatible
en todo caso con un narcisismo de fondo y en una postura ocasionalmente
egocéntrica.
Resultará en
buena medida diplomática e incluso
por momentos manipuladora.
Otro
planteamiento que se trasluce sin dificultad en esta grafía es el de la angustia y el miedo que se ve
reflejado y remarcado por los “cuchillos” y “pasillos” verticales que se
observan por todo el texto en un número cercano a los 40.
También son
reiteradas las torsiones en los ejes, así como ciertos óvalos pinchados y desde
luego la ya comentada oscilación en la inclinación que nos perfilan un talante en alta medida apegado al
sufrimiento o en todo caso con una direccionalidad de la agresividad que se
orienta sobre sí misma.
Desde otro
ángulo de observación y valoración del texto, encontramos algunos Lapsus
Cálami, o reacciones emocionales, que conviene resaltar. Como sucede en: la
línea 8 “persona discretísima”, la
línea 10 “timidez profundamente violada”,
en la línea 32 “crimen de mi hija” y
en la línea 46 “de mi hija merece”,
en la mayoría de los casos se evidencian lapsus direccionales, que nos
señalaría el desanimo o pesimismo que en
ese contexto verbal se trasluce,
excepto en la línea 10 que se muestra un lapsus dimensional, que nos mostraría una reacción emocional airada por la
temática que señala.
Otro de los
temas controvertidos en este asunto es la firma donde algunos han querido ver
unas cifras invertidas, que no son tales pues el mismo texto consolida las
formas y la “t” final aparece representada en varias letras de la misma manera en
el conjunto del texto. Lo que la firma SÍ nos indica es un cierto orgullo y altivez, que parece moderar el grado de
sumisión que se aprecia en el conjunto de la grafía.
En resumen y dentro de ese ámbito de NORMALIDAD se observan
las moderadas alteraciones ya indicadas, que como el desfase emocional pudieron ser motivo de consulta psiquiátrica,
a consecuencia de la cual estaba ya recibiendo tratamiento.
Algunos colegas y compañeros del camino, como
la grafóloga Begoña SLOKER o el
grafólogo y psicólogo Manuel MORENO,
supieron estar ante los medios a la altura de las circunstancias ofreciendo una
versión, objetiva, ecuánime y mucho más ajustada a la realidad, demarcándose de los
manipuladores enfoques a que nos tienen acostumbradas las cadenas de TV (sobretodo
Telecinco) o de la prensa escrita.
Barcelona 7 de noviembre 2013
germán
belda –IMX- Instituto Mauricio XANDRÓ
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